viernes, 13 de diciembre de 2013

LOS TERREROS DE NUESTROS ANTEPASADOS

Original Jaula de Perdices

Después de pasar varias veces por delante de la casa de un veterano y amable ganadero de Cardeña y observar a lo lejos una serie de agüjeros en la vieja pared, de granito y pizarra carbonífera tradicional en la zona, nos decidimos a preguntar un día para que estaban hechos así. Y nuestro amigo Mariano nos explico que simplemente eran una improvisadas jaulas para las perdices que se hicieron aprovechando un hueco en la pared.
Con cierto orgullo nos explico que en ella se guardaban las perdices que se utilizaban para la caza con reclamo y que "de toda la vida" habían existido en su casa. Esta improvisada jaula se componía de unos pequeños trozos de madera, algo de red metálica, y unos pequeños agujeros para poner los casilleros con la comida.

Además delante de la misma y en el suelo existía un lugar, con suficiente arena,  donde las perdices se podían "expulgar" osea limpiar y cuidar sus plumas. "Luego hay gente a la que le gusta la caza con reclamo y otros que la critican pero de toda la vida de Dios se ha hecho y las perdices nunca han faltado" nos comentaba con cierta lógica.


El escuchar a alguien que ha vivido tanta historia en el campo es algo que nos deleita y sobre todo que nos da lecciones para seguir disfrutando de la inmensidad natural que rodea Cardeña.

jueves, 12 de diciembre de 2013

EL RECLAMO DE PERDIZ

Las perdices de Manuel


La semana pasada me llegó este libro por correo. Su autor es el cordobés Manuel Romero Perea, y en él nos cuenta un montón de cosas y anécdotas sobre la caza de la perdiz con reclamo. Os lo presento porque he colaborado con él realizando unas cuantas ilustraciones. Dejo por aquí algunas fotos y luego colgaré en el otro blog alguna de las ilustraciones.






CRIA EN CAUTIVIDAD


Reclamo Cría cautividad Caza de perdiz en
con reclamo
De la mano de una experta cuquillera, iniciamos con este artículo una nueva sección dedicada a la caza de la patirroja con reclamo en la que cada mes trataremos un tema referente sobre esta modalidad ancestral y todo lo que conlleva: reclamos, alimentación, puestos... Deseando que sea de su agrado, el primer capítulo lo dedicamos a la cría de perdices en cautividad.
M. Carmen Pacheco E-mail: cuquillera@gmail.com
S er mo durante aficionado no se los limita 40 a días la a caza serlo, que de podemos perdiz exclusivamente, con salir recla- con el arma al campo. Para algunos, en eso consis- te esta modalidad. Sin embargo, para el verdade- ro reclamista es algo más, y cada uno de nosotros, según nuestras posibilidades y habilidades, dedi- camos el resto del año a otros menesteres con el reclamo como centro de atención... Y decían los antiguos cuquilleros que esto también era cazar.
Muchos aficionados a esta modalidad surten su jaulero de reclamos nacidos y criados en cautivi- dad por ellos mismos. Y es que todo reclamista que posee un reclamo puntero, con esas cualida- des que para él debe tener una buena jaula, pen- sará en obtener crías de él, buscando la perpetui- dad de sus virtudes.
Así como la ubicación de nuestros reclamos durante el año es muy importante, no deja de ser- lo menos el espacio que se adecuará para que ha- bite la collera. El lugar ideal, por amplitud, sería
Julio 2013 57
RECLAMO
Nuestros pájaros necesitarán muchos cuidados durante todo el año, no únicamente en el periodo hábil de caza con reclamo.
“Como quienes aves son, huevo nací yo primero, hasta que dentro del huevo se dio la transformación más sabia del mundo entero.
De pronto, un crujido dio. Los cascarones se abrieron y mis ojos sonrieron ante aquel radiante sol que por primera vez vieron”.
José Fernando Titos Alfaro
un voladero, aunque algunos reclamistas que no disponen de espacio suficiente emplean pequeñas jaulas para ello. Este detalle es relevante, sobre to- do si pretendemos que sea la perdiz la que críe a su prole. ¿Pero cómo construimos estos refugios? Pues pueden hacerse con garbas de ramas de oli- vo, almendro, lentisco, pino...
Ubicación del nido El lugar donde situaremos el nido será de fácil ac- ceso si hemos de retirar los huevos a diario. Eso sí, siempre dejaremos algún huevo para que la hem- bra no lo abandone. Aun así, algunas hembras buscan una ubicación distinta a la elegida cuando se dan cuenta de que le expoliamos la puesta. Si le retiramos los huevos a diario, una perdiz roja pu- ra puede poner de 40 a 50. Factores como la retira- da de los huevos, la ingesta de un pienso especial o el incremento de las horas de luz, que las ocasio- na una alteración de su metabolismo, propicia que las hembras en cautividad pongan más huevos

n Reclamo
58 Julio 2013
www.trofeocaza.com Actualmente existen piensos muy que las salvajes. Estas medidas, junto a otras, se
logrados para los primeros días de tienen muy en cuenta en las explotaciones cine-
estado de crecimiento de los pollitos. Si géticas para que la puesta sea considerablemente
los complementamos con gusanos del elevada.
pan, el éxito reproductivo estará casi Lo ideal para confeccionar el nido es utilizar
asegurado. una atocha (planta de esparto) lo más seca posi- ble. Y es que, cuando la hay en el medio na- tural donde habitan, es
Como los pollos nunca se desarrollarán la acogedora de un alto porcentaje de nidos de
como en libertad, bajo el cuidado de perdiz.
Ante la gran dificul-
su madre, es muy difícil que puedan tad de que la hembra incube, tenemos varias
ser cazados como los capturados en el opciones. Una es que lo haga el macho; otra,
campo durante el otoño una gallinita americana; o, por último, una incu- badora.
La malla, una alternativa Cuando la intención es que la perdiz críe sus per- digoncillos, algunos compañeros colocan un se- gundo suelo de malla, a una altura prudencial, pa- ra que, cuando nazcan, no piquen los excremen- tos y mueran por infección.
Me llama especialmente la atención ver sem- brada alfalfa bajo la malla, con la finalidad de que,
cuando crezca, alcance los agujeros para que tan- to las perdices adultas como los polluelos se ali- menten del verde que deseen.
Lo ideal sería que la hembra se pusiese clue- ca y ella misma pudiese criar el bando de peque- ñas Alectoris rufa, pero son contadas las ocasiones en las que este hecho se produce, por lo que es habitual que el recla- mista haga uso para ello de incubadoras o de las archiconocidas gallinas americanas o inglesas.
Si optamos por la pri- Incubadora de tamaño
mera solución, debe- reducido. Atención ,
remos estar muy pen- no debemos olvidar
dientes de la humedad controlar bien la
que necesitan los hue- humedad.
vos y del posterior calor que precisan los pollitos en sus primeras y crucia- les horas de vida.
Como ya he comentado anteriormente, lo más natural sería que la hembra criase los polluelos, pero también es extraño que una perdiz en cauti- vidad los incube, por lo que, en ocasiones, pode- mos observar cómo es el macho el encargado de la incubación y posterior cría. Si no lo hace, debe- remos estar muy pendientes de retirarlo cuando los huevos estén a punto de eclosionar.
La alimentación, imprescindible Si son importantes las primeras horas de vida de los pollos por Un macho desconcertante
el calor que precisan, el reclamista también debe poner especial atención a la alimentación de los mismos, pues de ello depende, al igual que en el ser humano, su correcto desarrollo, lo que evi- P
uesto cionado esta anécdota que con lo considero este que tema, me contó muy comparto
rela-
un compañero. Desconozco dónde acaba la realidad y comienza la ficción.
Corrían los años noventa cuando recibí la llamada de mi cuñado Manuel, que por aquellos entonces trabajaba de capataz en un cortijo de la sierra sevillana. “Cuña- do, ¿qué estás haciendo?”, me preguntó. “Pues ahora mismo nada”, le contesté. “Vente para el cortijo, estoy en la linde de los pinos pasando el cultivador, y me ha salido una pájara raspeando. Cuando he ido a mirar, he visto el nido roto, pero aún quedan cinco a los que no les ha suce- dido nada. Date prisa, a ver si podemos echárselos a alguna gallina o si conoces a alguien que tuviera incubadora. Yo es que tengo que seguir pasando el tractor”, me dijo.
Dicho y hecho. Afortunadamente, tenía una gallina americana que acababa de ponerse clueca. Así que los huevos fueron incubados y criados por ella.
tará ciertas enfermedades. Actualmente existen piensos muy lo- Transcurridos los meses y puesto que los perdigones no se separaban del cortijo, llegó la hora de coger algún macho para enjaularlo y posteriormente cazar con él. Elegimos uno precioso, grande, fuerte y arisco como un gato.
El pollo terminó de cuajar en un terrero donde estuvo habituándose a nuestra presencia. Y así hasta que llegó el momen- to de enjaularlo...
Llegada la época de caza, decidimos quedar para dar el primer puesto a su aprendiz.
“¿Dónde vamos?”, le pregunté. “Ayer estuve en la zona del pozo y vi una collera. Podemos colgar allí y así estoy pendiente del cortijo”, me contestó. El sitio estaba bastante cerca, así que no lo pensamos más: colgamos en esa zona.
Preparado el puesto y el repostero, destapamos el pájaro, que se esperezó, ahuecó las plumas, miró hacia los lados y salió buscando campo.
“¡Qué cante más raro tiene este pá- jaro!”, le comenté. A lo que me replicó:
grados para los primeros días de estado de crecimiento de los po- llitos. Si los complementamos con gusanos del pan, el éxito repro- ductivo estará casi asegurado.
Cuando tienen un tamaño algo mayor al de la codorniz adulta, el reclamista los separará, pues comenzarán a marcar el territorio, dejando patente su jerarquía. Eso sí, esto sólo es posible si el recla- mista cuenta con espacio suficiente para albergar un número con- siderable de jaulas.
La cría en cautividad es otra pequeña faceta de esta caza que al- gunos reclamistas ponen en práctica que proporciona bonitas es- cenas y quita el sueño durante muchas noches, como si estuvié- semos alerta en el puesto. Y todo para que, en la mayoría de las ocasiones, se dé una situación contradictoria: criar pájaros en casa, que deberían presentar mansedumbre y nobleza al acostumbrar- se a la presencia humana; pero obtener todo lo contrario, sin saber por qué: un elevado número de reclamos ariscos y broncos. De es- ta manera, la ilusión se convierte, en pocos meses, en frustración.
Sin embargo, a pesar de todo el trabajo que ello conlleva y la poca satisfacción que genera en la mayoría de las ocasiones, el cu- quillero persiste una temporada tras otra.
Y es que, como los pollos nunca se desarrollarán como en li- bertad, bajo el cuidado de su madre, es muy difícil que, llega- do el momento, puedan ser cazados como los capturados en el campo durante el otoño. Los criados en cautividad nunca serán comparables a los camperos, por muchos cuidados que les pro- porcionemos: medicamentos, vitaminas... Pero la ilusión es lo último que se pierde. • “Hombre, cuñado, es sólo un pollo, qué vas a esperar”.
Así estuvimos acurrucados en el puesto durante al menos 15 minutos cuando es- cuchamos detrás del mampostero, pero algo apartado, un coc, coc coc...
“¿Has escuchado eso?”, le dije. “Sí, sí, creo que hay un pájaro por detrás del nuestro, me contestó. Seguimos atentos a lo que acontecía y el coc, coc se escu- chaba cada vez más cerca a la vez que su pájaro iba cambiando su canto por un piolío lastimero que les dejó desconcerta- dos. “¿Qué le pasa a este pájaro?”, nos preguntábamos.
Cuando el coc, coc, coc ya era perfectamente audible, se escuchó ex- clamar: “¡La madre que lo parió, que ha llamado a la madre!”.
En esos momentos, conseguimos ver por la tronera a la gallina que había criado el pájaro y que se encontraba ya junto a él.
Los dos cruzamos una mirada de asom- bro y rompimos el silencio con una sonora carcajada.

martes, 29 de octubre de 2013

un buen reclamo

Así se hace…

Saber elegir un buen pájaro es sólo el primer paso: después hay que saber alimentarlo y cuidarlo, establecer una sintonía con él para alcanzar una comunicación total en el puesto… En estas páginas te damos unas cuantas claves.

El perdigón. Batallante innato. Preso por nuestro afán de caza y codicia cinegética. Cautivo entre barrotes y sumiso a nuestra merced. El perdigonero. Romántico por naturaleza. Fiel a su inseparable aliado y cautivo de su afición hasta extremos insospechados. ¿Quién es el preso en este juego de amores? El pájaro entrega su libertad a su amo. Y éste dedica todo su tiempo a su pájaro, a sus cuidados en casa y en el campo, día y noche, verano, primavera, otoño e invierno, pendiente de todos los detalles, esclavizando sin remedio su existencia al casarse con su acérrima afición. La respuesta a tan obvia pregunta está clara, el que manda es el pájaro perdiz y por él, como jóvenes enamorados, perdemos la cabeza con fijo rumbo a la locura, a la perdición más cautivadora y, casi sin darnos cuenta, dependemos de él y vivimos para él.
No es fácil hacer un buen reclamo, en absoluto. De manera innata debe apuntar maneras y nosotros, a base de paciencia y hacer las cosas bien, terminaremos por pulir su madera. Pájaros buenos, buenos de verdad, pocos se tienen en la vida. Si acaso, uno o dos como mucho. Mi abuelo Balbino, acérrimo perdigonero, tuvo la suerte de cazar en una época y circunstancias donde había pocos pajariteros y muchas perdices, muchos perdigones y mucho tiempo y sitio para cazar. Probó varios cientos de pájaros, aguantándolos hasta el tercer celo, imprescindible para comprobar si vale o no; hizo y deshizo tratos para conseguir los mejores perdigones, poniendo todo su empeño, paciencia y experiencia en conseguirlo y, con todo esto, sólo tuvo dos pájaros realmente insuperables en su vida. Uno que legó de su padre y otro al cuál yo tuve el privilegio insospechado de hacerle su último puesto: una recelosa viuda y una liebre a la que, trabajando espléndidamente a la primera, y recibiendo insistentemente a la segunda, tuve que tirar. Su último puesto supuso mi bautizo de fuego en este bello arte, quedando atrapado en él de por vida desde ese memorable puesto de tarde y tratando de seguir los pasos que entre mi abuelo y mi padre me marcaron para hacer un buen reclamo.

Claves para comprar un gran pájaro

Todo empieza por mantener a nuestro pájaro bien alimentado y bien cuidado durante todo el año, fuerte y vivaz. Al comprar un pájaro de granja nos fijaremos en que muestre un carácter despierto y enérgico, con colores vivos y figura estilizada; el que destaque sobre los demás por ocupar la mejor posición del corral, como pudiera ser el alto de una fuente, marcando y defendiendo su posición. En la jaula debe reunir características muy diversas y difíciles de aunar en un mismo pájaro. Será avispado, noble y a la vez peleón, mostrando claras intenciones de darnos un picotazo si le tentamos suavemente con el dedo, queriendo ganar la batalla sin llegar a espantarse ni saltar. Los reclamos que se alteran mucho en la jaula y que empiezan a revolverse a la primera de cambio no suelen hacer carrera de su condición. Por esta razón, hay quienes prefieren al pájaro de granja que al de campo. Son más dóciles y afables con su dueño, pero deberán demostrar sus virtudes en el repostero.
Los perdigones, como las personas, tienen sus días. En el pueblo o en el cortijo, antes de salir al alba, nos fijaremos en el pájaro que mejor esté, en el que más cante y en el que parezca que más ganas tenga de salir al campo. Acompañado de unos chasqueos con los dedos le colocaremos sin espantarlo la alfombrilla de esparto y lo cubriremos suavemente con la caperuza. El puesto de alba es muy bueno para probar los pollos. Se dice que en el alba canta todo el campo y, aunque las perdices no se corran bien, comprobaremos sus dotes e intenciones al estar presente en tan apabullante jolgorio. Por tanto, no está de más llevarse un par de pollos al puesto de alba para probarlos, más en estos tiempos que tan rigurosamente tenemos marcado el escaso calendario reclamista.

Hay que hacerse invisible

Con este chasqueo nos alejaremos y meteremos en el puesto despacito, sin hacer ruido y cubriéndonos bien. Sólo el pájaro debe saber que estamos allí. De una manera u otra, en función de los celos que tenga, de lo encelado que esté y de cómo se alborote y responda el campo, nuestro compañero comenzará su función. Si tiene experiencia, lo hará despacito y por lo bajo, tanteando por si hubiera una collera cerca de su territorio, sin escandalizarse ante el posible alboroto y templando su celo con un cuchicheo martilleante y pausado para, seguidamente, y si no obtiene respuesta alguna, alzar su presencia con jácaras de buche o canto de cañón como también se conoce, prosiguiendo con un despliegue de cantos, mientras más variado mejor, haciendo gala de sus recursos. Si esto nos lo hace un pollo, es una buenísima señal y por nada del mundo lo desecharemos, aguantándolo como mínimo hasta el tercer celo. Lo dice el refrán: «El primero canta, el segundo espanta y el tercero mata». De manera contraria, si empieza muy fuerte y sin escuchar la sierra, espantará a las colleras cercanas y no entrarán al trapo. La jaula debe guardar un equilibrio con el campo, jugando a un tira y afloja hasta traérselo a la plaza.

Comprender qué nos está diciendo

En esta caza el oído es imprescindible y conocer a nuestro pájaro, fundamental. Cuando observemos que de pronto baja el tono, o parezca que está callado pero se le vea inquieto, aún sin nosotros verlas, las perdices están ahí. Ante esta situación nuestros movimientos serán ralentizados, cautos y calmados, acercándonos suavemente la culata al hombro para estar preparados, evitando en todo momento que se nos vea el blanco de las manos por la tronera. Si se trata de una collera, primero entrará el macho. De mil formas puede hacerlo pero siempre nuestra actitud será la misma, quietos como una estatua. Pacientemente y mordiéndonos la lengua esperaremos a que la hembra entre en plaza, dándole tiempo a la jaula para que pelee por la hembra, citando al macho por piñones y mostrándose por encima pero no dominador, a la vez cautivando a la serrana.
Es muy importante tirar primero a la hembra y después al macho, adoptando esta rutina en cada postura. En primer lugar, si tiramos primero al macho, la hembra pasará a ser una complicada viuda que difícilmente entrará en plaza en toda la temporada. En segundo lugar, si alternamente tiramos primero al macho o a la hembra, provocaremos el desconcierto de nuestro siempre delicado reclamo, confundiéndole y echándolo a perder. La teoría de dejar a las hembras criar, a mi modo de comprender, está erróneamente conceptuada. Hoy día cazamos cuando todavía no han empezado a cubrir, y en caso de que alguna estuviese cubierta, las patirrojas sacan su pollada adelante valiéndose tanto del padre como de la madre, por lo que en tal caso si tiramos sólo al macho dejaremos a la pollada sin padre, reduciendo al mínimo las probabilidades de supervivencia, de modo que casi el mismo daño hacemos que si tirásemos a la hembra. Por tanto, dicha teoría carece de sentido.

Reconoce su trabajo

Cuando entre de nuevo el macho procederemos de igual manera, aguantándolo para que la jaula se empape bien de monte. Si todo lo hacemos bien, nuestro reclamo se quedará en el tiro, haciendo su correspondiente canto de entierro y viniéndose arriba por haber ganado la dura batalla. Al levantarnos del puesto, ya con la escopeta descargada, chasquearemos de nuevo los dedos y le alentaremos bajito unas palabras en reconocimiento a su buen trabajo. Le pondremos en el suelo, junto a la collera pechuga abajo, regocijándose en su triunfo y chasqueándole. Nuestro aliado nos lo agradecerá. Mientras tanto anotaremos en una libretilla las incidencias del puesto, dando parte de cada pájaro y de cada postura para en un futuro prever cual irá mejor para cada tipo de puesto. Tras un breve tiempo, tranquilamente lo enfundaremos. De vuelta analizaremos el puesto que nos ha dado, si hemos errado en algo y cómo se ha comportado el pájaro. En función de cómo se haya movido la sierra, tendremos idea de cuál será el mejor puesto de 11.
Ya en el cortijo, y si tenemos la fortuna de cazar entre amigos, disfrutaremos escuchando los vaivenes de las posturas de los compañeros, sus éxitos o desfortunas, fijándonos de reojo en qué pájaro sacaremos al puesto de sol, picándole algo de verde al de alba tras quitarle el esparto y compartiendo el placer de contar nuestras vivencias, augurios y esperanzas en familia, que es, en esencia, lo que mide el éxito de esta caza.

miércoles, 16 de octubre de 2013





CUIDADOS DEL RECLAMO EN CASA Y EN EL REPOSTERO PARA SACAR TODO SU POTENCIAL.


Algunos pájaros, sobre todo los pollos del año, se quedaron sin definir del todo en la temporada anterior, unos por su frialdad, no mostrándonos más que unos tímidos reclamos que nos agradaron, pero al pájaro le pedimos bastante más que eso.Es posible que algunos piensen aquello de que los buenos reclamos nacen y no se hacen, y no les falta razón, pero algunos que podrían ser buenos o muy buenos se quedan en el camino por falta de atenciones o por cazarlos inadecuadamente.El rendimiento de nuestros pájaros debe ser cuidado con esmero cada día, atendiendo y controlando sus deposiciones y plumajePor ello, tendremos que esperar a que en este celo nos demuestren si ha merecido la pena retenerlos un año más al lado de nuestros “fenómenos” ya consagrados. Pero otra causa diferente al propio temperamento del pájaro es aquella que se ha producido por la falta de los cuidados adecuados y por lo tanto no ha llegado como es debido al momento de la caza.Estas meticulosas atenciones deben ir siempre unidas a la vida de nuestro pájaros, pero mucho más desde que éstos han cambiado sus plumas de pollito y lucen sus mejores plastones de adulto. Pero si no hemos podido hacernos con su propiedad hasta casi entrada la campaña, resultará, en el caso de que haya estado en unas malas condiciones de luz, sanitarias y de alimentación, que sus posibles incursiones en el campo para dar el puesto serán mediocres o con grandes altibajos, teniendo muy presente el cazador que entienda un poco el por qué y cómo hace su trabajo el enjaulado, extremando muchas las precauciones en el proceso de amansamiento del animal, dedicándole una cantidad de horas que suele provocar la merecida regañina de nuestros ambientes familiares.

Prestar tiempo y dedicación a los pájaros

El comportamiento de un reclamo puede cambiar radicalmente si disponemos de tiempo para su preparación, dándole baños de agua y tierra en sus debidos momentos, vigilándoles la longitud de sus picos poniendo a su alcance las debidas piedras, en las que contendrá su crecimiento como lo hacen sus hermanas del campo. Esto nos dará unos machos lustrosos, con un aspecto envidiable y por lógica, a poco que sepamos hacerlo, nos dará muchas satisfacciones, enseñándole lo que debe hacer al ser destapado en distintos ambientes de patio o balcón y en el campo en los meses anteriores a la caza.Es posible que algunos piensen aquello de que los buenos reclamos nacen y no se hacen, y no les falta razón, pero no me negarán que algunos que podrían ser buenos o muy buenos se quedan en el camino por falta de atenciones o por cazarlos inadecuadamente. No debemos olvidarnos también de aquellos sobrados de energía y con tendencia a subir más de lo normal su música que merecen una especial forma de cazarlos, y si somos capaces de administrarle esa energía por un buen camino, además de disfrutar de un poderoso, tendremos a un pájaro que también sabe dominar su sangre.Aquí una vez más la mano del hombre resulta trascendente y los primeros tiros deben hacerse con mucha cautela, para que los cantos de cuchichío no formen parte principal y única en cada puesto, porque no olvidemos que en la variedad estará el éxito del puesto, y esto además de llevarlo dentro hay que potenciarlo.Pocas aficiones pueden llegar a ser tan gratificantes como el enseñar o descubrir a un nuevo pájaro en nuestro jaulero, aunque he de deciros que el ojo que algunos tienen para seleccionar perdices nada más verlas es digno del mejor de los elogios.

Rendimiento de los pájaros

El rendimiento de nuestros pájaros, ahora que algunos han empezado a cazar en sus zonas, debe ser cuidado con esmero cada día, atendiendo y controlando no solamente sus deposiciones, sino que su plumaje esté en su sitio y no en la bandeja debajo del culo de la jaula.Además, es preferible empezar de una forma pausada rodando los pájaros con puestos cortos, para que vayan entrando en faena (me estoy refiriendo a los nuevos), y rápidamente en un par de incursiones de verdad, donde tenemos la escopeta como herramienta para culminar el lance, ver lo que da de sí, dejándonos de lado el sentimiento, que en demasiadas ocasiones nos acompaña, teniendo claro que hay que separar el grano de la paja.Debemos -y en ello nos van la alegrías de los futuros puestos-, apartar de nuestro jaulero rápidamente aquellos que su silencio es demasiado repetitivo ante el canto de las del campo. El hecho de ni tan siquiera querer cantar como signo de cortesía hacia sus congéneres, demuestra que si se le ocurriese un día y la gracia culminase con algún tiro afortunado, es muy seguro que tendremos lo más ingrato del mundo en nuestra plantilla: “un media cuchara” .

Lances distintos según el cazadero

Al hablar de tipos de perdices, me estoy refiriendo a su comportamiento, que en cada coto es totalmente distinto. En los lugares de monte fuerte o cerrado, se las oirá poco y vendrán muchas veces de vuelo, descolgándose de las riscas emitiendo un sonido que muchos cazadores aún desconocen, un “picho-picho” que enmudece todos los sonidos del campo, oyendo el que realiza el aguardo, el batir de las alas cuando pasa sobre su cabeza buscando el lugar de posarse. Una tensión, una inmovilidad y un silencio que se acaba con las músicas en forma de pitas y recibo de nuestro pájaro, que contempla la carrera frenética de su oponente hacia su repostero.En cambio, en las zonas más despejadas de monte y labor, podríamos tener la agradable sorpresa de tener alguna pareja a menos de cien metros de donde nos hemos colocado el puesto portátil, y cuando menos lo esperemos la tendremos en la plaza. Ahora bien, antes, para que esto suceda, debería de haber habido diálogo y lucha, a pesar de que como decían nuestros maestros del pasado, en alguna ocasión nos entraban de callada.Mi impresión y la experiencia que vamos teniendo con la tecnología actual, me atrevería a decir que tanto el reclamo como el campo se han escuchado y sugerido algún mensaje que en muchas ocasiones no hemos oído a las parejas del lugar, por las interferencias del viento o porque nuestra agudeza auditiva no ha sido capaz de percibirla.

miércoles, 29 de mayo de 2013

PERDIZ ROJA



 Existen diferencias morfológicas que las distinguen, como en el color de la corona y el cuello, el número de listas transversales negras de las plumas de los flancos y el color de las plumas de los flancos. En el caso de la perdiz roja, la corona es gris en el pico y castaño en el resto. El cuello es blanco con una franja negra del collar sin colgar. En los flancos tiene una sola lista transversal y las plumas de sus flancos son con la base gris azulada y de un blanco muy intenso, puro negro o marrón oscuro.
Como se puede ver las diferencias existen pero su apreciación en el campo no es tan fácil. Sin embargo para nuestra tranquilidad conviene decir que estas especies alóctonas de perdices tienen un grado bastante bajo de penetración en nuestro territorio. En consecuencia podemos centrarnos con tranquilidad en nuestra cotidiana perdiz roja, con la salvedad científica de que su situación taxonómica reconoce dos subespecies A.r.hispanica Seoane, 1894, que cría en el norte y en el oeste de España y A.R.intercedens Brehm, 1858, que cría en el este y el sur. Siendo la primera más oscura, de colorido más brillante y de pico más grande.
La perdiz roja en estado adulto tiene una longitud aproximada entre 33 y 38 cm y una envergadura de 50 a 60 cm, con una cola que llega medir unos 12 cm aproximadamente. El plumaje y el color que lo caracteriza cambia según la edad y el sexo. Los pollos de perdiz de una semana no vuelan, no tienen cola y el plumón es blanco en la parte superior del pico y dorado en su parte ventral. A las dos semanas comienza a realizar pequeños vuelos y el color del plumón en la parte superior del pico se cambia a un color negro mientras que en la parte ventral el plumón se vuelve blanco. Al mes de vida los vuelos son más largos y el plumaje del dorso toma un color crema con moteados en la parte ventral a la vez que surge un ribete negro por encima del pico.
Con un mes y medio el capirote se vuelve gris, surgen manchas negras en la parte superior del pico y en la posterior del cuello, la cola se hace visible y las plumas del dorso ya aparecen de un color pardo y barradas. El color del cuello tiende hacia el negro y los laterales de la cabeza y la garganta hacia el color blanco.
Con tres meses el pico y las patas son de color naranja y el collar del cuello está sin cerrar. En los quince días siguientes las patas se vuelven rojas y en los machos juveniles la pluma más externa del ala es puntiaguda y con una mancha blanca.
La hembra adulta de quince meses muestra la pluma más externa del ala con su borde gastado y una mancha blanca. Carece de espolón. A los veintisiete meses el plumaje de la hembra es rojizo, presenta un collar negro que va de la base del pico hacia la garganta; tiene una tonalidad de color blanco sucio, presentando un babero de plumas de color gris perla y negro.
En sus flancos se aprecian las características bandas transversales donde alternan los colores rojo, blanco y gris perla, ribeteados de una fina línea negra. Su pico y las patas son rojas y en algunas ocasiones presentan un pequeño espolón.
La perdiz común o perdiz roja prefiere los lugares pedregosos con monte bajo y tierras de labranza, donde sean frecuentes las siembras de cereales de invierno y las leguminosas. Esta especie de carácter sedentario se distribuye con regularidad en la parte sur del Reino Unido en Francia, en el norte de Italia y en toda la Península Ibérica con excepción de la franja de la cornisa cantábrica. Su distribución altitudinal varia desde el nivel del mar hasta los 2500 m.s.n.m.
A partir de Enero los machos empiezan su periodo de celo. La época de cría se desarrolla desde finales de abril a mayo. El macho prepara varios nidos en depresiones someras con poco tapizado de la vegetación próxima. La hembra elige uno, anida en el suelo y pone entre 9 y 18 huevos subelípticos, lisos y brillantes, de color blanco amarillento y a menudo dipersamente manchados. Pone los huevos a intervalos aproximados de 36 horas y los incuba en veintitrés días y medio. La hembra puede hacer dos puestas en nidos diferentes, en cuyo caso una puesta es incubada por la hembra y la otra por el macho. Los polluelos que eclosionan con un peso aproximado de veinte gramos, son nidífugos y consecuentemente abandonan el nido con rapidez, aunque los perdigones permanece unidos hasta el siguiente periodo de cría.
La perdiz es un ave omnívora. A la semana de vida su dieta está compuesta por un 66% de invertebrados y un 33% de semillas y flores. A las dos semanas su alimentación se invierte e ingiere un 66% de semillas y flores y un 33% de invertebrados. A las tres semanas, cuando se pueden considerara adultos siguen consumiendo un porcentaje mayoritario de vegetales (97%que se reparte entre semillas, frutos, hojas, raíces y flores, el resto lo aportan los insectos y los líquenes. Es pues evidente que la alimentación de las perdices esta muy condicionada por la disponiblidad de alimento que, a su vez depende en gran medida de la climatología y de las condiciones de partida del hábitat allí existente.
La perdiz roja vive en bandos familiares que denotan un buen estado general de la población cuando el número de individuos oscila entre 16 y 25 ejemplares. Ocupan un territorio pequeño, por término medio de unos 500 metros cuadrados, en gran parte debido a su carácter sedentario y la disminución de riesgos que supone no realizara grandes desplazamientos para alimentarse. Durante el periodo invernal la perdiz emite su canto peculiar por la mañana y a la puesta de sol y sobre todo cuando la bandada se ha dispersado y también para atraer al macho. Al espantarse la bandada, todos los individuos salen corriendo en la misma dirección. Duermen generalmente en lugares abiertos que facilitan la huída y en las franjas horarias de más actividad (Atardecer y primeras horas de la mañana) se desplazan para comer caminando, mientras algún individuo permanece vigilando. Beben en las charcas y aprovechan el agua condensada por el rocío y a medio día se dedican a la higiene personal, cuidando su plumaje y tomando baños de arena.
Hay que decir que tantas cautelas frente a los riesgos están perfectamente justificadas ya que una pareja de perdices logra sacar adelante entre un 30% y 35% de la crías incubadas y nacidas durante el año. Siendo los principales artífices de este pequeño desastre los pequeños depredadores como lirones, ratones, culebras, lagartos y ya en fases más adultas las águilas, los zorros y otras rapaces de más envergadura como ratoneros, azores, etc.
Los factores que propician una mortalidad que oscila entre el 65 y el 60%. Son achacables, con las reservas propias de este tipo de afirmaciones, a la caza en un 40% - incluyendo tanto la regulada como la furtiva -, a la climatología excesivamente rigurosa del invierno en un 10%, a los pesticidas en un 5% y a los depredadores en otro 10%.

PERDICES ALTUBE


LA EMPRESA

 

Dice un antiguo proverbio hindú.: La mas larga caminata comienza con un paso”.

En Perdices Altube dábamos el primer paso hace ya unos treinta años, con un decidido empeño: conseguir la reproducción de la perdiz roja manteniendo una línea genética y una bravura similar a las silvestres. Una tarea nada fácil si tenemos en cuenta que, por entonces, el desconocimiento en este campo era total y los resultados de los primeros intentos conocidos, desalentadores.

Pronto comprendimos que para llevar adelante este proyecto era fundamental crear lo que ahora viene a llamarse I+D (Investigación y desarrollo) y, haciendo nuestra la frase “todos quieren volver a la naturaleza, solo que no a pie”, de Petra Kelly, aplicamos los escasos conocimientos tecnológicos de entonces, utilizados para la producción de otras aves en el que fue nuestro primer centro de cría.

Una constante experimentación y renovación del sistema de producción de nuestras perdices, con resultados gratificantes unos y otros no tanto, fueron marcándonos el camino para alcanzar nuestro objetivo: un pájaro fuerte, fiel a fenotipo y genotipo de nuestra insustituible perdiz roja. Todo un reto que ha supuesto mucho esfuerzo y dedicación de nuestro equipo de profesionales, a la vez de una decidida inversión empresarial.

Han sido años de constante evolución en la mejora de nuestras perdices y productos esenciales para su mantenimiento y repoblación, que las principales organizaciones de ojeos (para cacerías), sociedades y titulares de cotos (para repoblación), han sabido valorar con la confianza que cada año vienen depositando en nosotros. Enérgico carácter, potencia en su vuelo y bravura natural son algunas de las caracteristicas que definen a nuestras perdices. Razones más que suficientes que nos hacen emplear una máxima:”De abuelas silvestres, nietas silvestres”.


PRODUCTOS Y SERVICIOS

 

RECOGIDA Y SELECCIÓN

Situados en distintos lugares de la geografía española, disponemos de varios territorios que nos abastecen de perdices autóctonas; con ellas configuramos nuestro plantel selecto, formado por las mejores aves, a las que denominamos “abuelas silvestres”.

REPRODUCCIÓN

El objetivo es la multiplicación de genotipos salvajes de perdiz roja autóctona.
A través de pioneras técnicas genéticas, trabajamos con la multiplicación de genotipos salvajes para conseguir una perdiz roja cuyo comportamiento en libertad emule al de la perdiz autóctona.

INCUBACIÓN

La incubación de huevos de perdiz roja tiene lugar en una sala específicamente diseñada para tal fin, bajo estrictas medidas sanitarias y de bioseguridad, lo que garantiza el objetivo de obtener pollitos sanos y vigorosos.

RECRIA

Disponemos de doce explotaciones de recría de perdiz roja repartidas por toda la península. Dichas explotaciones,  dotadas de amplios parques de vuelo, aseguran una producción constante de perdices adaptadas al medio natural al que finalmente irán destinadas.

TRANSPORTE

El transporte de las aves se realiza directamente desde los centros de recría hasta el lugar de destino. Para ello contamos con vehículos propios, dotados con sistemas de ventilación y de humedad que garantizan las mejores condiciones de bienestar animal.

SUELTA EN EL CAMPO

En Perdices Altube pensamos que el futuro de la caza de perdiz roja en España radica en el éxito de las repoblaciones. Por ello, combinamos largos años de experiencia con métodos punteros de investigación, alcanzando los mejores resultados. Antes de emprender una repoblación, le ofrecemos el asesoramiento de un nutrido grupo de profesionales, cuya amplia experiencia a pie de campo servirá para diagnosticar, corregir y subsanar mediante un estudio previo las causas que determine su caso en particular, indicándole a su vez las mejores opciones y técnicas de repoblación.

SOLUCIONES EN EL CAMPO

Con el objetivo de mejorar el hábitat en que se desenvuelven las perdices, hemos diseñado diferentes modelos de elementos comedores y bebedores para su implantación en el campo, reuniendo cada uno distintas características en función del uso y del medio al que sean destinados.

Para más información de Soluciones en el campo visitar la página web: http://www.agrocinegeticamodelo.com







JAULAS, TERREROS Y PIENSOS PARA PERDICES DE RECLAMO.








martes, 28 de mayo de 2013

POLLOS “VERSUS” NUESTRA ILUSIÓN

Llegados los meses de octubre y noviembre los aficionados a la caza de la perdiz con reclamo, sentimos la necesidad de incorporar nuevas promesas a nuestro jaulero: Los “pollos”.
 
Independientemente del número de ejemplares, así como la edad, y valía de los mismos, pocos aficionados se resisten a “buscar” ese “pollico” o “pollicos” en los que depositaremos todas nuestras “ilusiones” para la próxima temporada,  máximo si nuestro jaulero no está compuesto por ejemplares de excesiva valía. Esa “promesa” que nos alegre el prólogo de la temporada, dando muestras de ser un pájaro “puntero”.


Pero, ¿Cuál o cuales son los criterios que el aficionado debe tener presentes a la hora de escoger ese “pollo” que nunca fallará?

Vamos a dar algunas nociones que nos ayuden a elegir el pájaro “infalible”:

  • Presencia “física” del pájaro: 


     
 Lo principal del pájaro es que “nos entre por los ojos”, si no es así, el “pollo” no se viene conmigo. 
Debemos fijarnos en pájaros que rebosen salud, bien desarrollados, perfectamente emplumados, y con colores característicos: Rojo intenso en el cerquillo de los ojos y patas, tirando a rojo morado en el pico. Signos que denotan salud y “pureza” genética.

Es “aconsejable” que el aspecto general del pájaro reúna alguna de las siguientes características:

Cabeza, planta, cuello y patas deben guardar un “equilibrio” proporcionado.
En general, la “planta” debe ser más “redondeada” que “alargada”. Pechuga ancha, partida en dos mitades, cabeza gorda, cuello corto, grueso y fuerte, de “toro”, pico fuerte y gordo, de “gorrión”.

Color y textura de la pluma:

Detalle éste sumamente importante para muchos aficionados. La pluma debe ser “limpia”, de colores intensos, perfectamente definidos, y delimitados unos de otros: Azul, blanco, negro y rojo. Nunca “difuminados” o entremezclados.

Las cejas o líneas blancas de la cabeza, deben ser lo más “anchas” posibles, de color blanco puro, y que se extiendan hasta la base del cuello, en la parte trasera de la cabeza.

Las plumillas de los tufos deben ser de color “amarillo” puro, sin que existan plumas negras entremezcladas con las amarillas.

Las plumas del collar deben ser extremadamente negras, dando lugar a un collar de color negro “uniforme”, lo más negro y grande posible.

Las lágrimas” de la pechuga, deben ser lo más negras, y grandes posibles,  perfectamente definidas.

La fina “línea” que divide la papada blanca del pájaro, del collar, tiene que estar perfectamente definida, sin que se entremezclen ambas plumas.

Nunca deben faltar en la parte de atrás de la cabeza hasta la base del cuello y a ambos lados del mismo, gran cantidad de plumitas entremezcladas de colores negro y blanco, puros e intensos.

El pico, debe ser más bien corto y fuerte, denominado de “gorrión”.

La pechuga de color azul limpio y uniforme, tirando a azul claro, ancha, poderosa, partida en dos por una línea divisoria.

Las patas, pico y ojos, de color rojo intenso, llegando al morado en el pico.

Las patas, deben ser proporcionadas, más bien cortas.

Los “espolones” de las patas, finos y puntiagudos, nunca excesivamente grandes y alargados.

Los ojos, redondeados, vivos, que delaten “inteligencia” en el pájaro.

  • Comportamiento:
     

       Debemos descartar de antemano, los pájaros “ariscos”, “broncos” “nerviosos”, pues estos pájaros difícilmente llegarán nunca a “encelarse”.
El pájaro que ante nuestra presencia más o menos cercana, dé “muestras” de saltar, bregar, alambrear, se tire “copas”, etc, deberemos desecharlo de inmediato.

  • Postura del pájaro:

Situado normalmente en el “centro” de la jaula, demostrando ser el “dueño” y “señor” de sus ... dominios. Dando siempre la “cara”, tranquilo, en actitud erguida y “desafiante”, con el cuerpo y la mirada situada en el frontal de la jaula, sin darnos la espalda.

No debe mostrar nunca miedo ante la presencia cercana de personas, ruidos, voces, gestos, etc, permaneciendo impasible ante cualquier “contratiempo”. Es decir, un pájaro que derroche “nobleza”. ¡Que sepa estar en la jaula!

Es de agradecer que muestre “alegría” ante nuestra presencia, “sin llegar a ser muñequero”, regalándonos algún picotazo suave al chasquearle los dedos.
  
  • Voces:

En general, con un amplio y buen repertorio de voces. En particular, la “reclamada” debe ser perfecta, fuerte, limpia, marcando todos los “tiempos”, y con al menos de “cuatro” golpes. El “pie” que no sea corrido.

Siguiendo todos estos consejos, tal vez, y con mucha suerte, podamos “sacar” uno o dos “pollicos” de entre varios, en los que depositaremos nuestras esperanzas e ilusiones para la ya próxima campaña de caza de perdiz con reclamo.


miércoles, 22 de mayo de 2013

NUEVO REGLAMENTO DE PERDIZ CON RECLAMO, CONCURSOS.

REGLAS TÉCNICAS DE PERDIZ CON RECLAMO MACHO

Artículo 1.- OBJETO DEL CAMPEONATO

El Campeonato de España de Caza de Perdiz con Reclamo Macho, es una prueba deportiva, de
ámbito nacional, recogida en el Art. 5 de los Estatutos Sociales de la Real Federación Española de
Caza, que tiene por objetivo:

a) Premiar al reclamo del cazador federado que se distingue por su calidad y variedad de
canto para atraer a la “plaza” a sus congéneres durante la prueba, así como su estampa,
habilidad, nobleza y valentía.

b) Dar a conocer esta modalidad de caza, así como contribuir a garantizar la conservación
de esta tradicional forma española de cazar, respetando sus cánones más ortodoxos
convirtiéndola en un arte más que en una caza, cuyos orígenes se remontan a tiempos
bíblicos y que forma parte de las costumbres cinegéticas de nuestro País.

Artículo 2.- PARTICIPANTES

Podrán participar solamente los cazadores inscritos en las Federaciones Autonómicas de Caza que se
encuentren debidamente registradas y adscritas a la Real Federación Española de Caza.

Es obligación de los participantes asistir al Campeonato de España con reclamo en su jaula
debidamente precintada. Además los participantes deberán cumplir los siguientes requisitos:

 Estar en posesión de la documentación exigida por la legislación vigente para la práctica de
esta modalidad de caza. Tener Licencia Federativa en vigor.No estar inhabilitado por resolución disciplinaria firme.Conocer y aceptar el presente Reglamento y cuantas normas se emitan al respecto.

Artículo 3.- RECLAMO

El reclamo utilizado en los campeonatos será de la especie de perdiz roja española, “Alectoris rufa”.

El reclamo clasificado en la fase autonómica deberá ser el mismo que participe en el Campeonato de
España, para garantizar esta condición, deberá acudir a la fase nacional con la jaula precintada, para
ello la Real Federación Española de Caza, proveerá los precintos oportunos, con el fin de garantizar
la no manipulación del reclamo. Por circunstancias excepcionales que así lo aconsejen se podrá
sustituir el precinto por el anillado de los reclamos.

Artículo 4.- ESPECIE CINEGÉTICA

Las perdices usadas como “campo” procederán de granjas debidamente autorizadas, con las
suficientes garantías de sanidad, de apariencia saludable y pureza de raza. Deberán suministrarse
con su correspondiente guía de sanidad animal.

Artículo 5.- FASES Y FECHAS

Dadas las características especiales de esta modalidad, se celebraran fases locales, provinciales,
autonómicas y de España
Todas las fases habrán de estar sujetas en fechas al calendario del inmediato superior.

El Campeonato de España de Perdiz con Reclamo Macho se celebrará, el último fin de semana de
febrero, salvo circunstancias que lo impidan, en cuyo caso se adelantaría al tercer fin de semana del
mismo mes o al primero de marzo.

Las fases locales, provinciales y autonómicas se celebrarán sucesivamente y con antelación suficiente
para seleccionar los reclamos que deben participar en la final del Campeonato de España, en la fecha
indicada en el párrafo anterior.

Artículo 6.- PARTICIPACIÓN

Las distintas fases, se celebrarán aplicando el presente reglamento, durante la temporada legal de
esta modalidad de caza, accediendo el campeón de cada sociedad a la fase provincial, los campeones
de la fase provincial a la autonómica y los de esta al Campeonato de España.

Artículo 7.- NÚMERO DE PARTICIPANTES

El número de participantes autonómicos para el Campeonato de España a tenor del arraigo
tradicional de esta modalidad en cada Comunidad será el siguiente:

1. Uno por Comunidad Autónoma.

2. Tantos participantes más por Comunidad que resulte de aplicar la siguiente formula:

B (D-C)
X = ---------- en la que
A
X = Número de participantes que corresponde a la Comunidad.
A = Suma de la totalidad de licencias federativas de las Comunidades a intervenir.
B = Número de licencias federativas de cada Comunidad.
C = Número de Comunidades a intervenir.
D = Número de participantes en el Campeonato.


Dadas las circunstancias de la duración del Campeonato, se establece un mínimo de 15
participantes y un máximo de 17.

3. El Campeón del año anterior.

El número de participantes se determinará en el Comité de Competiciones en función de las
Autonomías que intervienen.

Artículo 8.- DE LOS TERRENOS

Todas las fases de los campeonatos se celebrarán en espacios naturales.

Artículo 9.- DE LA PLAZA

Será lo más parecido posible a las plazas naturales que se utilizan en la práctica de esta modalidad
de caza tradicional, colocando en la misma mata y dejando claros que obliguen al reclamo a hacer
más laborioso su trabajo.

La plaza se cerrará con una malla de aproximadamente 70 cm. de altura, recubierta de matorral por
la parte que da al interior, de tal forma que esta no sea visible.
Para la suelta de campo se dispondrá en el cazadero de dos cajas construidas en material poco
sonoro y que posean trampillas de fácil apertura desde el puesto de los jueces. Estarán colocadas en
paralelo a una distancia entre 3 y 5 metros del pulpitillo según criterio de los Jueces.

Artículo 10.- DEL COLGADERO

El colgadero, postero o pulpitillo del reclamo, será fijo, camuflado convenientemente e igual para
todos los reclamos, aunque se concederá al cuquillero la opción de fijar la altura a su criterio, así
como el tapar la jaula pero siempre que quede a la vista el reclamo y no impida a los jueces su labor.

Artículo 11.- DEL PUESTO DEL RECLAMISTA

El tollo, debidamente camuflado e igual y único para todos los participantes, se situará en un lugar
donde no se dificulte la entrada de la del “campo”, ni entorpezca la labor de los jueces.

El reclamista podrá usar banquillo, escopeta y la munición propia, todo ello de acuerdo con las
disposiciones vigentes o las normas que se deriven de correcciones de este Reglamento o acuerdos
adoptados con los Jueces y Jurado de la prueba.

Durante la prueba los participantes no podrán levantarse ni hablar al reclamo.

Artículo 12.- UBICACIÓN DE LOS JUECES DURANTE LA PRUEBA

Los Jueces se ubicarán en un puesto debidamente camuflado, situado en lugar desde donde se
distingan perfectamente las faenas y trabajos del Reclamo.
Si los medios técnicos del circuito de TV lo permiten contarán con un auricular para escuchar con
más precisión los cantos y sonidos del reclamo.
Los Jueces dispondrán de cartulinas impresas donde se puntuará la faena del pájaro y el
comportamiento del reclamista.

Artículo 13.- TIEMPOS DE POSTURAS Y PENALIZACIONES

Una vez situado el pájaro y el reclamista ocupado su puesto, el Juez cronometrador, pondrá en
funcionamiento el cronómetro, teniendo en cuenta: Que el tiempo desde la puesta en marcha del cronometro hasta la salida del reclamo no
sobrepase los 5 minutos, (10 minutos) quedando desclasificado si se excede del mismo. En las salidas se penalizará con un punto por minuto perdido o de silencio.A los 10 minutos de iniciar el trabajo el pájaro, se realizará la suelta del “campo”.

Soltando primero el macho y a continuación en un espacio breve de tiempo la hembra.

Los Jueces podrán acortar o alargar la duración del lance y trabajo del reclamo por
causas de saltos o sustos, silencio, tiempo de canto o sonidos no emitidos, condiciones
atmosféricas, etc. La suelta de la hembra se podrá anular para reducir el tiempo de la prueba por
circunstancias meteorológicas o por causas que así lo aconsejen.

 Si en el plazo de los 10 minutos los Jueces consideran que el trabajo del reclamo no es
suficiente podrán dar por finalizada su actuación. Los jueces tienen potestad para dar por terminada la intervención del reclamo si su
canto de mayor no se asemeja en cantidad y calidad a las de sus congéneres salvajes. Después del tiro, se le dejará al reclamo un tiempo máximo de 5 minutos para la
levantada de campo. Cuando las causas sean por motivos ajenos al reclamo, los Jueces, previa consulta con el
participante, podrán decidir el comenzar de nuevo dicha intervención.
El tiempo máximo de la prueba no excederá de 30 minutos. El participante que dispare a la perdiz en plaza con el reclamo en silencio(es decir, sin
recibir) se dará por concluida su participación, adjudicándole al reclamo la puntuación
obtenida hasta ese momento.
Para las fases Autonómicas y Campeonato de España, se soltara la pareja de perdices. El
comportamiento del reclamo con la hembra no puntuará con los criterios del macho, sólo ratifica el
trabajo del mismo quedando su abatimiento a criterio del cazador. Los Jueces podrán sumar o restar
puntuación en función del comportamiento del reclamo ante la hembra. Todo ello en un tiempo
máximo de treinta minutos.

Artículo 14.- PARTICIPANTES

Serán avisados por el Director de la Prueba con al menos 10 minutos de antelación a la postura de
su pájaro para que se preparen.
Estarán retirados del campo de pruebas de modo que su presencia no moleste a los reclamos ni
valga de extrañeza durante su postura.
Han de tener ineludiblemente los pájaros del concurso suficientemente alejados, cubiertos con la
sayuela o bien ocultos para evitar que sus cantos provoquen a los reclamos que estén participando.

Las salidas de los enjaulados que se consideren por el Jurado como incitación intencionada, pueden
dar lugar a penalizaciones previas a la participación.

Artículo 15.- DE LA ORGANIZACIÓN

El público ocupará lugares lejanos al escenario o lugar donde se celebran las pruebas y seguirá la
misma a través de CAMARAS DE TELEVISION DE CIRCUITO CERRADO, que ha de disponer la
Comisión Organizadora en las finales de los Campeonatos Autonómicos y de España. Estas cámaras
de televisión no serán necesarias en las fases locales pero si aconsejables en las fases provinciales.

Artículo 16.- PLANILLAS DE ENJUICIAMIENTO

Cada juez concederá una puntuación a cada pájaro participante, con arreglo al baremo y
comportamiento en cada fase de la faena según planilla que se adjunta.

PLANILLA

Cantos y Trabajo del Reclamo Puntos

SALIDA de 0 a 10

DE EMBUCHADA + 5

DE PIÑON + 5

DE PIE + 5

TRABAJO

CANTO DE MAYOR de 0 a 10

CALIDAD DE CANTO de 0 a10

CANTO DE PIE de 0 a 10

CALIDAD DE CANTO de 0 a 10

PIÑONEO de 0 a 10

CALIDAD DEL SONIDO de 0 a 10

RECURSOS


TITEO de 0 a 10

CLOQUEO de 0 a 10

AGUILEO de 0 a 10

MANDA A CALLAR de 0 a 10

MOVER CAMPO de o a 10

ALTERNANCIA DE CANTOS de 0 a 10

RECIBO

RECIBO AL ENTRANTE de 0 a 15

CARGA DEL TIRO de 0 a 10

LEVANTADA DE CAMPO de 0 a 10

ESTAMPA Y NOBLEZA de 0 a 5

PENALIZACIONES

TOMA ALAMBRE de 0 a 10

SE BOTA de 0 a 10

TOMA COPA de 0 a 10

PECHUGADA de 0 a 10

SE AGACHA de 0 a 10

REGAÑA de 0 a 10

COMPORTAMIENTO CON LA HEMBRA

Artículo 17.- OBTENCIÓN DE LAS PUNTUACIONES

Una vez finalizada la prueba, los Jueces se reunirán en un lugar apartado procediendo a la suma de
puntuaciones, quedando así establecido el orden clasificatorio.
Recibidas de parte de los Jueces las cartulinas de puntuaciones, el Jurado actuará de forma privada,
comprobará los datos y las puntuaciones facilitadas y ratificará el orden clasificatorio de cada
pájaro.

El Director de la Prueba, finalizada la misma dará un plazo de 15 minutos para recibir las
reclamaciones por escrito, si no se han hecho antes.

Si pasado el tiempo concedido no se hubiera presentado reclamación, se dará a conocer el acta de
resultados, procediéndose a la entrega de trofeos.



miércoles, 24 de abril de 2013

COMIENZA LA EPOCA DE CRIA DE LA PERDIZ


La hora de
las puestas
de perdices


GESTIÓN
Con la llegada del próximo mes de mayo nos
encontramos en uno de los periodos del año más
importantes en la fase de reproducción de las
especies en general y de la perdiz roja en particular.

La reproducción de la perdiz,
que se inició con la
ruptura de los bandos y la
formación de las parejas, hace
unas cuantas semanas, se encuentra
ya avanzada. Después
de las cópulas pasan a la fase de
búsqueda del lugar más adecuado
para realizar la puesta, según
en cada zona de sur a norte, una
decisión importante, pues de
su ubicación depende en gran
medida el éxito reproductor de
toda la temporada. Pero, ¿conocemos
cómo se realiza la puesta?
¿Qué tamaño alcanzará? ¿O
si es habitual la realización de
puestas de restitución?
¿Cómo es la puesta?
La puesta es irregular, con interrupciones
que pueden durar
varios días, e intervalos medios
entre la puesta de dos huevos
que oscilan entre las 30 y las
40 horas. Es muy relevante la
relación encontrada entre la
frecuencia de la puesta y la pigmentación
del huevo, que se encuentra
asimismo correlacionada
con el éxito de eclosión. Así,
una puesta con una frecuencia
entre huevos más amplia dará
lugar a huevos más pigmentados,
que tendrán mayor probabilidad
de éxito. Por tanto, éste
será un factor muy limitante al
tratar de reproducir ejemplares
de granja en condiciones naturales
(condiciones silvestres), ya
que a lo largo de generaciones
los ejemplares de granja se han seleccionado por la cantidad
de huevos que eran capaces
de poner sin tener en cuenta la
pigmentación, que sí que es un
factor clave en la reproducción
de los ejemplares silvestres.
Tamaño
En cuanto al tamaño de la
puesta, existen muchas teorías
que tratan de justificar su tamaño.
Según la teoría de Lack,
las aves ponen tantos huevos
como pollos puedan criar con
éxito, condicionando la puesta
a las condiciones del medio.
Otras teorías argumentan que
el tamaño de la puesta está en
función de la capacidad para
evitar a los predadores, competir
por los recursos o el poder
de protección de los pollos.
Estudios realizados en la Península
Ibérica con nidos silvestres
parecen indicar que la media
se sitúa en 15 huevos. Otro
aspecto ampliamente discutido
es si la hembra de perdiz realiza
habitualmente dos puestas,
más o menos simultáneas en
dos nidos diferentes, una de
las cuales sería incubada por el
macho. Si bien no es una práctica habitual que parece que sí que existen
casos referenciados en los que
el macho incuba los huevos,
bien en un segundo nido o bien
en el único de esa pareja, si por
alguna circunstancia no lo puede
hacer la hembra.
Duración
La duración de la puesta dependerá
del ritmo de puesta
y del número de huevos que
ponga la hembra, de forma
que no se podrá precisar si no
se sabe el número de puestas
que realiza. Una vez finalizada
la puesta se comienza la incubación,
que concluirá con la
eclosión de los huevos, proceso
el animal permanecerá
echado, levantándose del nido
sólo para comer y volteando
periódicamente los huevos.
En la gestión cinegética de la
especie es importante señalar
la posibilidad de realizar una
puesta de sustitución ante la
pérdida del primer nido. Parece
ser que este tipo de puestas se
realizan, siempre y cuando las
pérdidas del nido se produzcan
antes de los 15 días de incubación.
A partir de ese momento
las probabilidades de puesta de
sustitución disminuyen significativamente
y con ella el éxito
reproductor de esa temporada.

Los machos pueden incubar los huevos ante
un segundo nido o si la hembra no puede


preparar nuevos reclamo despues de una bonita seleccion para formar nuevos reclamos.