miércoles, 24 de abril de 2013

COMIENZA LA EPOCA DE CRIA DE LA PERDIZ


La hora de
las puestas
de perdices


GESTIÓN
Con la llegada del próximo mes de mayo nos
encontramos en uno de los periodos del año más
importantes en la fase de reproducción de las
especies en general y de la perdiz roja en particular.

La reproducción de la perdiz,
que se inició con la
ruptura de los bandos y la
formación de las parejas, hace
unas cuantas semanas, se encuentra
ya avanzada. Después
de las cópulas pasan a la fase de
búsqueda del lugar más adecuado
para realizar la puesta, según
en cada zona de sur a norte, una
decisión importante, pues de
su ubicación depende en gran
medida el éxito reproductor de
toda la temporada. Pero, ¿conocemos
cómo se realiza la puesta?
¿Qué tamaño alcanzará? ¿O
si es habitual la realización de
puestas de restitución?
¿Cómo es la puesta?
La puesta es irregular, con interrupciones
que pueden durar
varios días, e intervalos medios
entre la puesta de dos huevos
que oscilan entre las 30 y las
40 horas. Es muy relevante la
relación encontrada entre la
frecuencia de la puesta y la pigmentación
del huevo, que se encuentra
asimismo correlacionada
con el éxito de eclosión. Así,
una puesta con una frecuencia
entre huevos más amplia dará
lugar a huevos más pigmentados,
que tendrán mayor probabilidad
de éxito. Por tanto, éste
será un factor muy limitante al
tratar de reproducir ejemplares
de granja en condiciones naturales
(condiciones silvestres), ya
que a lo largo de generaciones
los ejemplares de granja se han seleccionado por la cantidad
de huevos que eran capaces
de poner sin tener en cuenta la
pigmentación, que sí que es un
factor clave en la reproducción
de los ejemplares silvestres.
Tamaño
En cuanto al tamaño de la
puesta, existen muchas teorías
que tratan de justificar su tamaño.
Según la teoría de Lack,
las aves ponen tantos huevos
como pollos puedan criar con
éxito, condicionando la puesta
a las condiciones del medio.
Otras teorías argumentan que
el tamaño de la puesta está en
función de la capacidad para
evitar a los predadores, competir
por los recursos o el poder
de protección de los pollos.
Estudios realizados en la Península
Ibérica con nidos silvestres
parecen indicar que la media
se sitúa en 15 huevos. Otro
aspecto ampliamente discutido
es si la hembra de perdiz realiza
habitualmente dos puestas,
más o menos simultáneas en
dos nidos diferentes, una de
las cuales sería incubada por el
macho. Si bien no es una práctica habitual que parece que sí que existen
casos referenciados en los que
el macho incuba los huevos,
bien en un segundo nido o bien
en el único de esa pareja, si por
alguna circunstancia no lo puede
hacer la hembra.
Duración
La duración de la puesta dependerá
del ritmo de puesta
y del número de huevos que
ponga la hembra, de forma
que no se podrá precisar si no
se sabe el número de puestas
que realiza. Una vez finalizada
la puesta se comienza la incubación,
que concluirá con la
eclosión de los huevos, proceso
el animal permanecerá
echado, levantándose del nido
sólo para comer y volteando
periódicamente los huevos.
En la gestión cinegética de la
especie es importante señalar
la posibilidad de realizar una
puesta de sustitución ante la
pérdida del primer nido. Parece
ser que este tipo de puestas se
realizan, siempre y cuando las
pérdidas del nido se produzcan
antes de los 15 días de incubación.
A partir de ese momento
las probabilidades de puesta de
sustitución disminuyen significativamente
y con ella el éxito
reproductor de esa temporada.

Los machos pueden incubar los huevos ante
un segundo nido o si la hembra no puede


preparar nuevos reclamo despues de una bonita seleccion para formar nuevos reclamos.


viernes, 19 de abril de 2013

PERDIZ CON RECLAMO

Esta modalidad de caza es de las más selectivas que existe. No se practica en época general, sino que se caza en unos determinados meses, lo que propicia que no entre todo el bando de perdices.

Para esta modalidad hay que comenzar con la selección de la perdiz que se va a utilizar de reclamo, conocer sus diversos cantos y sonidos, cuidarla durante todo el año, pasándolo por los diversos utensilios (terrero y jaula), que se emplean para mantaner el reclamo y prepararla de un modo muy artesano con una mayor atención en el período de preparación de la caza.

Es la modalidad de caza menos lucrativa o mortífera, pues no en todos los puestos se tira, superando en más del 50% los puestos en los que no hay posibilidad ninguna de disparar sobre las perdices.
Entre las actividades cinégeticas llevadas a cabo en nuestra península, desde tiempos muy remotos, difícilmente alguna puede superar el grado de emoción que a un cazador de puesto con reclamo de perdiz macho le proporciona esta modalidad tan apasionante, incomprendida y sacrificada.

Es necesaria una voluntad de hierro, paciencia, cuidado constante y sacrificio sin límite, para, alguna vez, tener la oportunidad de vivir extasiado un corto momento, asistiendo como único invitado a un espectáculo indescriptible, testigo de una ceremonia de conquista amorosa, o de una guerra dialéctica y desafiante entre protagonistas de una misma especie, que luchan por defender su instinto, su hegemonía o su territorio.
Para-reportaje-4

Esta actividad no rompe el equilibrio ecológico, ni pone en peligro las poblaciones de la perdiz roja, sino que , por el contrario, en los cotos dedicados exclusivamente a ejercer esta modalidad, aumenta claramente su población.
Es importantísimo resaltar que la práctica de esta modalidad nunca se ejercita cuando la perdiz está dispuesta para la cría.

CE da el visto bueno a la caza de perdiz con reclamo

La Comisión Europea archiva el procedimiento de Carta de Emplazamiento sobre la caza de perdiz con reclamo. La Real Federación Española de Caza (RFEC) ha recibido con gran satisfacción la comunicación del archivo definitivo por parte de la Comisión Europea, que había remitido al Reino de España, en relación a las dudas sobre el supuesto incumplimiento de la Directiva Aves.
La queja que recibió España sobre la modalidad de caza de perdiz con reclamo generó una gran alarma social en el colectivo de cazadores españoles. Afortunadamente, la buena gestión del actual equipo de trabajo del Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino (MARM), en estrecha colaboración con el equipo de la RFEC y las Federaciones Autonómicas de Caza ha dado sus frutos y despeja para siempre las incertidumbres y reservas que se habían expresado sobre esta tradicional modalidad.
El Ministerio y la Real Federación Española de Caza convocaran una rueda de prensa conjunta en la que explicarán con detalle esta gran noticia.

CAZA DE PERDIZ CON RECLAMO MACHO.

CAZA DE PERDIZ CON RECLAMO MACHO.

 

 

Esta modalidad de caza es de las más selectivas que existen, como queda demostrado el hecho de que no se cace en época general, sino que se caza en unos determinados meses, lo que propicia la no entrada de todo el bando de perdices.
Para entender esta modalidad de caza, se ha de practicar. Nos pueden decir , que da muchas jornadas gloriosas y excitantes a pesar de estar supeditado a la labor del pájaro de turno, pero de verdad entenderemos esta actividad si la practicamos.
Con gran arraigo en nuestra Región, gozaremos con la selección de nuestros reclamos y le dedicaremos cuantos mimos sean necesarios a lo largo del año, para que esté a punto llegado el momento de la verdad.

 

miércoles, 17 de abril de 2013

MIS PAJAROS


















El cuco, esa caza tranquila






Todos los años por estas fechas raro es el medio dedicado a la caza que no está preparando unas letras o páginas para dedicarlas a esta antiquísima modalidad ante la proximidad de su inicio, a la de la perdiz con reclamo, al cuco como Manuel y otros muchos cuquilleros o pajariteros le llaman.

Una modalidad de caza de la que Manuel siempre se ha considerado un verdadero y eterno enamorado. Y es que según él es una modalidad de caza que siempre le ha hecho recordar las que fueron las dos mejores etapas de su vida como cazador, las de su infancia y juventud.

Aunque Manuel vivía en la sierra y al pueblo solo iba a cortarse el pelo y poco más, dice recordar que en Baños de la Encina (Jaén), durante muchos años esta modalidad fue el inicio para algunos en la caza y la jubilación para la mayoría en ella, precisamente por ser una caza tranquila para la que no hace falta tener grandes facultades físicas.

Manuel muy a menudo suele decir que cuando era tan solo un niño le encantaba escuchar las tertulias-debate sobre el cuco que mantenían los cuquilleros de Baños de la Encina en varios lugares del pueblo. La mayoría de ellos hombres ya jubilados y bastante mayores. Una de esas tertulias la iniciaban a diario un grupo de ellos a media mañana en la parte alta del pueblo, en la Cruz de las Azucenas, mientras tomaban el sol o la sombra según la estación del año que fuese.

Se sentaban en las duras piedras de asperón que forman la escalinata sobre la que está asentada la Cruz, y allí se tiraban horas y horas hablando de sus pájaros y vivencias que habían tenido con ellos en los puestos.

Otra de estas tertulias-debate la formaban otro grupo de cuquilleros en la tienda de "Paquito el de Juan Rafael", por ser Paquito un gran aficionado y entendido de esta modalidad de caza. Allí se juntaban además de Paquito, Blas Espinosa, "Periquito el Carpintero", Pepe Rodríguez, "Josiri" y otros más, que en el pico del mostrador mientras se tomaban algún que otro vinillo hablaban y debatían sobre el tema, algunas veces hasta (posiblemente a consecuencia del vino) lo llegaban a hacer hasta de forma acalorada. Según se comentaba, estos últimos posiblemente fuesen los que mejores pájaros tenían en el pueblo.

Otra tertulia muy importante de las que a diario se montaban era la de la barbería de la plazuela, en la de "Cara Oveja", lógicamente porque también este hombre era un gran aficionado a la caza del cuco y tenía allí un montón de pájaros colgados en la barbería, que por cierto, cuando el barullo o tono de la tertulia subía demasiado, algunos de aquellos pájaros se ponían a cantar con más fuerza que un tocadiscos.

A esas tertulias le encantaba a Manuel arrimarse cada vez que iba al pueblo, aunque siempre se quedaba un poquito retirado y en silencio escuchando, debido al "cante" que por su corta edad daba entre aquellos hombres mayores.

Después de haber pasado ya una pila de años, Manuel dice que se le pasaban las horas sin darse cuenta embobado mientras escuchaba a aquellos verdaderos maestros del cuco contar con todo tipo de detalles las miles de batallitas que habían tenido en los puestos con sus pájaros, llegando algunas veces hasta apostar cada uno por los suyos diciendo que eran los mejores.

Manuel ponía tanta atención y entusiasmo escuchando aquellas tertulias, que ahora al cabo de tantos años dice seguir recordándolas como si hubiese sido ayer cuando las escuchaba. Además confiesa, que en ellas pudo aprender más sobre el cuco que en cien puestos, ya que aquellos hombres eran verdaderas "Enciclopedias de Cuco", pues tenían soluciones para casi todos los defectos de los pájaros, tanto para el que no recibía bien como para el que era bronco, para el que dejaba de cantar cuando tenía cerca los del campo como para el que cantaba con demasiada fuerza. Eso sí, cuando se trataba de un verdadero "mochuelo" sin remedio, decían que lo mejor que se podía hacer con él era abrirle la jaula en el campo y dejarlo allí, ya que milagros no se podían hacer y el trigo era demasiado caro.

De todas formas Manuel recuerda otras muchas cosas del cuco de cuando era aún un niño, como por ejemplo cuando iba o pasaba por los encalados y blancos cortijos que había en la sierra, ya que siempre se paraba en ellos a escuchar los pájaros que había colgados en sus fachadas, unos pájaros bien seleccionados que solían cantar como verdaderas "gramolas", pues los serreños de aquella zona de Sierra Morena casi todos eran también grandes aficionados a esta caza que practicaban con verdadero conocimiento de ella y sus reclamos.

A Manuel la afición a esta caza de la que siempre se ha declarado un verdadero enamorado no solamente le vino por lo anterior, el verdadero motivo fue que la primera vez que salió al campo solo y con una escopeta al hombro lo hizo con un pájaro colgado a la espalda dispuesto a hacerle un puesto. Y es que por entonces era tan pequeño que su padre no lo dejaba todavía salir a cazar en mano con él. Le decía que al ser tan pequeño sus brazos no serían capaces de mantener la escopeta a pulso para tirar y, que en caso que lo fuese, cada vez que soltara un tiro lo sentaría en el suelo, así que para que matara el gusanillo de la caza que ya tenía metido hasta la mismísima medula, lo que hacía era dejarle de vez en cuando uno de sus pájaros para que le hiciese un puestecejo, no sin antes leerle hasta "Las Leyes Penales", pues cada vez que se lo dejaba, con la cabeza baja, tenía que escucharle decir lo mismo, que como le hiciese una jugarreta al pájaro y se lo estropease le iba a dar un capón de los que hacen chichones.

La verdad es que el padre de Manuel era muy metódico a la hora de practicar esta caza, de ahí que siempre le dijese a Manuel que el cuco jamás debía verlo como un medio para matar perdices, que para eso tenía la perra y el campo para patearlo detrás de ellas, que el cuco había que verlo como algo muy diferente a eso, que era para disfrutar del comportamiento del reclamo y de los pájaros del campo, y que por eso debía practicar siempre esta caza como realmente mandaban los cánones, con mucho respeto y dentro de sus reglas, unas reglas que aunque no pudiese leerlas en ningún papel debía aprenderlas de todo lo que él le decía.

Manuel disfrutó tanto de sus inicios en aquellos primeros puestos de cuco, que su afición a él se acentuó hasta el punto de tener con tan solo diecisiete años más de veinte pájaros de reclamo para el solo.

Lo que si que solía decir Manuel siempre, es que casi todos los pájaros que había tenido habían sido unos "mochuelos", que en todo el tiempo que había tenido pájaros tan solo había conseguido tres buenos, aunque más que buenos aquellos decía que eran maravillosos por lo completos que eran en todas y cada una de las fases que componían un lance en el cuco.

Uno de aquellos tres pájaros se llamaba "Cinco Duros", y le puso este nombre por ser lo que le había costado a su padre cuando se lo regalo. El pájaro lo trajo hasta Sierra Morena un pastor desde Las Majadas, un pueblo de Cuenca, y según él lo había cogido pequeñito en el campo y lo había criado en casa allí en su pueblo. El pájaro era muy bueno, aunque Manuel decía que dentro del "ritual" una de sus fases la podía hacer mejor, es decir, que era mejorable, pero que de todas formas en conjunto cumplía bien.

A otro de los tres le cambió el nombre al cabo de dos años de tenerlo, le puso "El Tuerto", ya que al cabo de ese tiempo Manuel se dio cuenta que por uno de sus ojos no veía nada. Este pájaro era mejor que el anterior, el único problema que tenía era que le costaba "arrancar" algo más que los otros dos, era algo más tardío, ya que se "hacía" después de haberle hecho algunos puestos, pero cuando "arrancaba" era de lo mejor que él había visto.

Y luego estaba "El Pavo", que era el mejor con mucho, y le llamaba así por lo grande que era. Aquel pájaro se lo había cogido un antiguo cazador de los que cazaban las perdices durante la noche con la luz de un carburo minero y una red, de una forma ya olvidada desde hace muchos años por aquella zona de Sierra Morena. Se lo cogió al lado de El Centenillo, y cuando se lo trajo metido en un talego, al sacarlo para meterlo en la jaula Manuel se quedó asombrado al ver lo grande que era aquel pájaro, parecía eso, lo que le puso por nombre, un pavo.

"El Pavo" era el mejor pájaro que Manuel decía haber tenido nunca por lo completo que era. Como anécdota contaba que un día que estaba de cuco con él, después de llevar en el puesto más de una hora metido y haberle tirado ya un par de pájaros, se le presento por la parte de atrás un señor de Granada que todos los años iba a cazar el cuco en la finca que había al lado de la que vivía Manuel, y que después de darle las buenas tardes aquel educado señor y pedirle perdón un montón de veces por haberlo interrumpido, le dijo que había estado oyendo el pájaro desde donde él había estado puesto y que venía dispuesto a comprárselo, ofreciéndole unas cifras que por aquel tiempo le hacían abrir los ojos como platos a cualquiera. Ante la negativa de Manuel a venderle el pájaro, este hombre acabó diciéndole que entonces pusiera él el precio, que no se preocupara al pedir, que estaba dispuesto a pagar lo que fuese por él. Al final y después una larga charla sobre la compra y venta del pájaro, Manuel le dijo al señor que lo único que podía hacer, sabiendo como sabía por la gente de aquella zona de sierra que era un buen cuquillero, era dejarle el pájaro para que lo cazase esos días que iba a estar por allí, pero sin ningún tipo de compromiso.

Cuando al acabar la temporada del cuco y antes de marcharse el señor a Granada le llevó el pájaro a Manuel, le dijo que lo cuidara como a una verdadera joya, pues a él en unos días le había hecho disfrutar en los puestos que le había hecho más que en toda la vida practicando esta modalidad de caza, y que no pensara que él no había tenido buenos pájaros durante su vida, que los había tenido muy buenos, pero que tenía que confesar que como aquel ninguno ni por aproximación.

Pues bien, ahora viene lo triste de la historia de Manuel con sus pájaros y el cuco. Al cabo de los dos años de haber conseguido Manuel, a base de mucho trabajo con ellos, esos tres maravillosos pájaros, dejó de cazar el cuco para siempre, digo para siempre porque hace treinta años que no lo practica, pues se le murieron todos los pájaros que tenía en tan solo unos días y de la forma más rara, pues hasta el último día estuvieron gordos y con su plumaje totalmente limpio, aquello fue algo muy raro y difícil de explicar.

Aunque después hubo algún amigo que quiso dejarle algún pájaro para que siguiera practicando esta modalidad de caza, Manuel se negó rotundamente, alegando que conseguir otra vez pájaros de la talla de los que había tenido era muy difícil, que eso no se conseguía en dos días, que él pensaba que realmente bueno y completo se conseguía uno de cada cien encerrados, y que ya no estaba dispuesto por mucha afición que tuviese a hacer otra selección de pájaros como la que antaño había hecho, y menos si pensaba lo que le había ocurrido anteriormente con ellos, que lo había pasado tan mal que no estaba dispuesto a sufrirlo otra vez.

Al final Manuel decía que de esa caza ya solo le quedaba disfrutar de lo que no le podía quitar ninguna epidemia en los pájaros, de los recuerdos, máxime siendo capaz como era de cerrar los ojos y retroceder para atrás en el tiempo para revivir y vivir de nuevo todos aquellos momentos antológicos que había vivido con sus pájaros en los puestos, algo que hace todos los años cuando llega la temporada de esta caza tranquila, una caza que aún siendo practicada mayoritariamente por cazadores ya mayores, él la empezó a practicar y disfrutar igual que FideoJr cuando tan solo era un niño que casi no podía con el pájaro a la espalda y la escopeta al hombro.

Jauleros Andaluces transmite a la FAC su preocupación por el declive de la Perdiz y la necesidad de reformar el ROC

Jauleros Andaluces transmite a la FAC su preocupación por el declive de la Perdiz y la necesidad de reformar el ROC 

 

 

Jauleros Andaluces transmitió a la Federación Andaluza de Caza su preocupación por el declive de la Perdiz y la necesidad de reformar el Reglamento de Ordenación de la Caza para que la Perdiz con Reclamo se incluya como modalidad en el nuevo documento en una reunión mantenida entre el presidente de Jauleros Andaluces, Francisco Reyes, y el máximo dirigente del órgano federado, José María Mancheño.
Durante el encuentro, solicitado por Jauleros Andaluces como toma de contacto previa a la asamblea que la asociación especializada en el Reclamo celebrará el próximo 28 de abril, Francisco Reyes transmitió a Mancheño la preocupación de los reclamistas andaluces por la disminución de la Perdiz en el campo andaluz como resultado de un importante descenso de la reproducción de la especie reina de la Caza Menor. Además, ambos representantes hicieron hincapié en la necesidad de controlar el uso de pesticidas y herbicidas en la agricultura para conciliar la rentabilidad económica de la agricultura con la sostenibilidad medioambiental.
Confirmando la tendencia general de interés y preocupación del colectivo cinegético por que se reforme definitivamente el Reglamento de Ordenación de la Caza, desde el colectivo jaulero se incidió en la importancia de que dicho reglamento reconozca la Perdiz con Reclamo como modalidad, objetivo por el que ha trabajado la Federación desde las primeras reuniones y que será incluido en el nuevo texto legal según informó Mancheño al representante de Jauleros Andaluces.
Por último, el presidente de Jauleros transmitió a la FAC la importancia de seguir impulsando actividades que divulguen y promocionen la Perdiz con Reclamo ofreciendo mayor información sobre la modalidad y sus buenas prácticas de modo que puedan eliminarse creencias y opiniones erróneas sobre una de las modalidades de caza más selectivas de las que se practican sobre la Perdiz.
Mala temporada
Además, el presidente de Jauleros Andaluces confirmaba que la recién cerrada temporada de Perdiz con Reclamo ha sido bastante negativa debido a varios factores: "la sequía durante la pasada temporada disminuyó la reproducción y cría por lo que contábamos con menos perdices que otros años. A eso se unió las malas condiciones climatológicas de lluvia y viento que han sido la tónica general desde que se abrió el período hábil" señalaba Francisco Reyes quien abrió una ventana a la esperanza al apuntar que "lo único positivo de estas lluvias es que garantizan la humedad para que la próxima temporada aumente la cría y puedan verse más bandos de perdices, algo que este año era escaso".

lunes, 15 de abril de 2013

EL CUQUILLERO

El “Vocabulario español de la caza” (Ministerio de Agricultura, 1950) dice del chuchero que es cazador de reclamo, especialmente de perdiz, en semejanza con la chuchería. Y añade que se le llama también cuquillero, ya por corrupción de cuclillero, dada la postura en cuclillas en que ha de estar en el puesto, ya por derivación de cuco, nombre con el que designa en algunas regiones al perdigón enjaulado. La razón de la postura en cuclillas no hay quien la mantenga –digo yo– porque en el puesto, en el tollo, se prepara siempre un asiento más o menos incómodo. Así que cuclillero vendrá tal vez de cuclillo, otra manera de llamar al cuco.

Chuchero o cuquillero, el cazador con reclamo es uno de los personajes más atractivos de la función venatoria menor, aunque no precisamente el más famoso. De la soledad que su papel requiere sólo sabe la perdiz macho, con la que durante la gestión cazadora llega a identificarse hasta el extremo de convertirse en hombre-pájaro que actúa simultáneamente en los encierros del tollo y de la jaula. Pero el pájaro, el reclamo, no es amigo de relatos, y el hombre, el cuquillero, habla sólo para quienes son capaces de entenderle, es decir, sus hermanos de afición. Y así el cuquillero resulta, para la mayoría de la gente, un tipo lacónico, ensimismado, misterioso, al que no le gustan las preguntas de los ignorantes ni le interesan los comentarios de los indiscretos. Por otro lado, no es disparate afirmar que el cuquillero guarda para sí las experiencias, en verdad maravillosas, de la caza de la perdiz con reclamo porque teme que su divulgación provoque el aumento desaforado de sus practicantes y la consiguiente ruina de su ejercicio. Los cuquilleros forman, por ese motivo, pequeñas piñas, corros menudos, breves comunidades, círculos cerrados en los qué solo admiten, no sin dificultades, a quienes muestran irrefrenable entereza en el cumplimiento de los votos propios de su instituto y decidida renuncia a la jactancia y la publicidad de su inspiración. Los cuquilleros son como frailes de una antiquísima orden religiosa no predicadora extendida por las tierras de la perdiz, que ofrenda a la divinidad, modestamente, los dolores y gozos de su entrega a la adoración del reclamo.

Incomprendido, vituperado, descalificado muchas veces, perseguido no pocas, el cuquillero, próximo San Antón, se dispone a ponerle la sayuela al perdigón. Malos vientos se barruntan para él, tan malos que incluso pueden traer la prohibición legal de la modalidad de caza que le importa sobre todas las otras. El cuquillero, sin embargo, no se achica. Sólo se retrae aún más, como preparándose para superar los tiempos difíciles que se avecinan. Un cuquillero que bien conozco y bien respeto como cuquillero y como hombre me ha dicho esta mañana lo que sigue:
– Desde que el mundo es mundo, desde antes que nuestra tierra se llamara España, cazamos la perdiz con reclamo. Y seguiremos haciéndolo por los siglos de los siglos. Amén.

La prohibición, si llega, como llegó otras veces, añadirá, como otras veces, un atractivo más a un modo cinegético en que el hombre reencarna en perdiz para cazar perdices.

jueves, 11 de abril de 2013

Caza de la perdiz con reclamo

Una de las modalidades de caza que requiere una mayor destreza es la caza de la perdiz con reclamo. Además exige dedicación, mucha paciencia y capacidad de observación.
Esta modalidad consiste en situar una perdiz macho enjaulado, el cuál atraerá a las perdices durante el periodo del celo. Una vez en el campo la jaula se coloca elevada bien sobre un pulpito, o sobre piedras o algún arbusto, para que el reclamo con su canto atraiga otras perdices del campo, y así el cazador apostado en las cercanías, pueda disparar a las aves. Esta modalidad exige de una gran experiencia y conocimientos, ya que el pajarero debe de saber donde, como y cuando situar el reclamo y su puesto de espera, teniendo en cuenta los factores influyentes como el momento del día, factores climatológicos, etc.
En primer lugar el reclamo debe de ser bueno cantando para que las perdices del campo lleguen a oírle y acudir a su llamada.
La plaza”, es el lugar donde se disparará a las perdices del campo debe ser delimitada y se situara a unos 15 y 20 metros del puesto o aguardo.
“El Aguardo” o puesto es el lugar donde se colocara el cazador perfectamente camuflado.
La cría de los pájaros de “varios celos” y sus cuidados por los propietarios es la parte mas importante y sentimental de esta modalidad, llegándose a considerar un rito o todo un arte.
Después del lance producido por el cazador apostado tras su puesto o pantalla éste recoge el pájaro abatido y se lo muestra al reclamo. Es una práctica en la que la puesta en escena del reclamo adquiere gran importancia al igual que por ejemplo la entrada de las perdices o la posición de éstas en el momento del lance, (el cual no se realiza hasta que el reclamo haya realizado “su trabajo”) hace de esta caza algo muy “artesanal”.
Esta modalidad cinegética está muy extendida en la Península, sobre todo en la Mancha, Extremadura y Andalucía.
Hoy en día su práctica esta restringida y reglamentada con detalle, en la cual se especifican hora, lugar, número máximo de ejemplares a abatir por día y cazador. En algunas regiones su practica esta prohibida.
También es conocida como “la caza del cuco”.

La caza tradicional de perdiz con reclamo

La caza tradicional de perdiz con reclamo

 

 

La caza en general, es una actividad considerada como tradicional. Las denominadas cazas tradicionales, entre las que se encuentra la modalidad de perdiz con reclamo, forman parte de la cultura de los pueblos. Fue estudiada por Aristóteles y es una modalidad que ha llegado hasta nuestros días conservando sus orígenes esenciales. Las técnicas utilizadas para cazar perdices con reclamo, así como los útiles y enseres para su práctica, se basan en la sabiduría popular, sus propias definiciones lingüísticas le imponen un carácter propio que hacen de ellas un auténtico arte.
Su ejercicio, conlleva un respeto por el medio natural donde se desarrolla y sus aficionados están dotados de un gran comportamiento ético hacia las piezas que capturan, cumpliendo fielmente con sus normas y reglas. Cualquiera de sus variantes cinegéticas: reclamo con escopeta, reclamo con lazos, reclamo embragado con escopeta, son en esencia la caza en estado puro.
reclamo2Su práctica se extiende por toda la geografía perdicera. Las características de nuestra perdiz roja: su belleza y valentía, su nobleza para convivir con el cazador una vez amansada, de carácter poco sociable y muy territorial, sobre todo en la época de separación de los bandos, son las cualidades que apasionan a los reclamistas, convirtiéndose  esta modalidad de caza en una autentica vocación. El lance entre el reclamo y las perdices salvajes es un acontecimiento natural de extraordinaria belleza. Las vivencias y la contemplación de la naturaleza desde la tronera son inexplicables.

La gran protagonista de esta modalidad de caza  es la  perdiz roja española, (Alectoris rufa) convertida en la reina por excelencia de la caza menor, es una pieza cinegética muy apreciada por los aficionados al deporte de la caza, su vuelo es muy rápido y potente, es muy esquiva, seductora por su colorido y apasionante para los cazadores de reclamo por su bravura y gallardía. 
En la actualidad, el cazador de reclamo no necesita coger perdices salvajes para utilizarlas como reclamo. Existen granjas y establecimientos legalmente autorizados en donde pueden conseguir sus reclamos.reclamo-3
La modalidad de perdiz con reclamo, es la forma más primitiva de cazar  perdices, requiere un gran conocimiento de las mismas, tanto para seleccionar y  domesticar a la perdiz macho que se utiliza como reclamo, saber interpretar sus cantos  y sonidos así como determinar con ingenio el tiempo y el lugar más apropiado para cazarlas. Sus reglas son muy estrictas y de obligado cumplimiento, ningún cazador de reclamo captura una perdiz si su reclamo no la “recibe” y  está dentro de la “plaza”, en caso contrario se estropearía  el macho enjaulado.
El  periodo en el  que se caza la perdiz con reclamo,  hacen de ella, una  modalidad  selectiva,  como queda demostrado el hecho de que no se cace en época general, sino que se caza en determinados meses que  propicia la no entrada de todo el bando de perdices en “plaza”, finalizando cuando las perdices todavía no han comenzado a copular y  a formar el nido. Es importante resaltar que la práctica de esta modalidad nunca se ejercita cuando la perdiz está dispuesta para la puesta, empolle ó cría de sus pollos, como creen algunos profanos.
reclamo-4En las provincias más tempranas de la geografía perdicera,  los  aficionados a la caza tradicional de perdiz con reclamo se encuentran en plena temporada y en otro lugares han comenzado hace unos días; en las zona más altas se cazará hasta el 6 de marzo.
La efectividad de esta caza radica en el buen cantar del reclamo. Durante el  enfrentamiento dialéctico las perdices y el reclamo utilizan todos sus recursos sonoros para atraer a las campesinas a pie del “pulpitillo”. El reclamista debe conocer e interpretar los cantos de mayor y de pie, los sonidos entre otros,   de piñón, el aguileo y sobre todo el titeo. Además es fundamental observar la pautas de comportamiento  del reclamo y de las perdices salvajes que acuden a sus  dominios,  los  macho entrantes en la plaza llegan dando de pie, con la cabeza erguida, escudados, con el ala arrastras, dando vueltas alrededor del pulpitillo, entablando duros combates hasta que el reclamo inicia su canto de recibo, y es, en ese justo momento cuándo el cazador debe abatir a la campesina y  el reclamo al observarla inmóvil considera que ha  conseguido  subyugarla.reclamo-5
Existen dos aspectos importantes que justifican la caza de perdiz con reclamo, uno de ellos,  es como herramienta de gestión. En las poblaciones de perdices existen más machos que hembras, las parejas son fieles durante toda su vida y a la hora de formarse las nuevas parejas siempre sobran machos,  que no paran de incordiar a las parejas e incluso llegan a molestar  a las hembras mientras incuban, por lo tanto,  con el reclamo ayudamos a regular la población. También se contribuye a controlar los machos viejos que necesitan más territorio y son menos fértiles. Pero el aspecto más importante es el social, la caza de perdiz con reclamo genera puestos de trabajo, mantiene una tradición artesanal en la elaboración de los útiles y enseres que se necesitan para  su desarrollo, y el que justifica por sí solo su continuidad,  es el caso de los cazadores mayores que viven todo el año para el reclamo, sueñan con la próxima temporada, se ilusionan con las salidas al campo para escuchar y observar a su reclamo y el resto del año se convierte en su animal de compañía, en él,  ponen sus esperanzas de felicidad y  siempre están  atentos a sus necesidades de alimentación, al cambio de tierra y a solearlos.

 

CUIDADOS Y ARREGLOS DEL RECLAMO.

http://www.club-caza.com/captiva/15/reclamo/01.asp