Algunas veces es
complicado dar el mejor bienestar a nuestros pájaros porque nos falta
espacio. En estas líneas aprenderemos cómo hacer un terrero adaptado a
un piso que proporcione confort a los reclamos y nos facilite mantener
su higiene y limpieza.
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Llegado el tiempo de pelecha de nuestros pájaros, donde
mejor se encuentran, sin duda alguna, es en sus correspondientes
terreros. La situación particular de cada uno de nosotros hace que
tengamos que adaptarnos y adaptar éstos al lugar donde vivimos
habitualmente. Por ello, cada jaulero intenta conseguir que nuestros
compañeros de fatiga, nuestros queridos reclamos, se sientan lo mejor
posible y, a la vez, que tengan un perfecto pelecho, pues en ello va su
salud y con ella su posterior trabajo en el tanto.
Hay que evitar el posible olor de sus excrementos, así como ensuciar lo mínimo con la tierra y el polvo
Mi situación, en concreto, al vivir en piso, como
posiblemente le pasará a más de un aficionado, hace que tenga que
adaptar mis terreros al espacio disponible, y cómo no, evitar en lo
posible el olor de sus excrementos, así como el ensuciar lo
imprescindible con la tierra y el polvo.Por todo lo anterior, recomiendo construir los terreros con las medidas que a continuación detallaré, necesarias para facilitar su limpieza, y dentro de ellas, poder ofrecer la máxima comodidad a mis pájaros.
Cajón para recoger los excrementos y para la tierra. Se separa del pájaro mediante una tela metálica electrosoldada que se retira cuando ponemos tierra al reclamo.
En los comederos en su parte superior se ha colocado una tela metálica para evitar que los pájaros urbanitas accedan a la comida, evitando así la transmisión de enfermedades.
Contra el ‘curioseo’ es conveniente instalar una placa de madera para impedir que los reclamos puedan molestar a su congénere vecino de terrero.
Corredera para cajonera. Se han utilizado listones de 2x1 centímetros en ambos laterales, 3x1 cm los dos interiores y para separar los compartimentos otro de 3x1 centímetros.
Los comederos van cogidos a la puesta mediante alcayatas, sus dimensiones son 9x6,5 centímetros y en la parte superior se le ha colocado una tela metálica electrosoldada de 0,5 centímetros de grosor. De esta manera, evitamos que pueda comer los gorriones —u otro tipo de pájaros que habitan las ciudades— y, al tiempo, evitamos una posible transmisión de enfermedades a nuestros reclamos.
Detalle del hueco dejado para colocar uno de los tres terreros que lleva el conjunto, con indicación de las medidas: 30 centímetros de fondo por 35 de alto por 25 de ancho.
Puerta del terrero, en la que podemos apreciar la lija para que se afilen el pico, un adaptador para sujetar el bebedero y una puerta más pequeña móvil donde acoplar el comedero.
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