viernes, 19 de abril de 2013

PERDIZ CON RECLAMO

Esta modalidad de caza es de las más selectivas que existe. No se practica en época general, sino que se caza en unos determinados meses, lo que propicia que no entre todo el bando de perdices.

Para esta modalidad hay que comenzar con la selección de la perdiz que se va a utilizar de reclamo, conocer sus diversos cantos y sonidos, cuidarla durante todo el año, pasándolo por los diversos utensilios (terrero y jaula), que se emplean para mantaner el reclamo y prepararla de un modo muy artesano con una mayor atención en el período de preparación de la caza.

Es la modalidad de caza menos lucrativa o mortífera, pues no en todos los puestos se tira, superando en más del 50% los puestos en los que no hay posibilidad ninguna de disparar sobre las perdices.
Entre las actividades cinégeticas llevadas a cabo en nuestra península, desde tiempos muy remotos, difícilmente alguna puede superar el grado de emoción que a un cazador de puesto con reclamo de perdiz macho le proporciona esta modalidad tan apasionante, incomprendida y sacrificada.

Es necesaria una voluntad de hierro, paciencia, cuidado constante y sacrificio sin límite, para, alguna vez, tener la oportunidad de vivir extasiado un corto momento, asistiendo como único invitado a un espectáculo indescriptible, testigo de una ceremonia de conquista amorosa, o de una guerra dialéctica y desafiante entre protagonistas de una misma especie, que luchan por defender su instinto, su hegemonía o su territorio.
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Esta actividad no rompe el equilibrio ecológico, ni pone en peligro las poblaciones de la perdiz roja, sino que , por el contrario, en los cotos dedicados exclusivamente a ejercer esta modalidad, aumenta claramente su población.
Es importantísimo resaltar que la práctica de esta modalidad nunca se ejercita cuando la perdiz está dispuesta para la cría.

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