miércoles, 20 de febrero de 2013

El reclamo y otras modalidades: cazar o no cazar

Una vez acabada la temporada de caza de Perdiz con Reclamo en España, llega el momento de reflexión. Y esta reflexión no va a ser sobre cómo ha ido la temporada, si ha habido lances destacados o reclamos punteros.

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La sombra de la Unión Europea vuelve a sobrevolar aguardos y pulpitillos en busca de excusas que argumentar para declarar ilegal la práctica de nuestra pasión. Es sabido que se escudan en afirmar que la caza del reclamo se hace en tiempo de reproducción y cría de estas aves, cosa que prohíbe explícitamente la Normativa Europea, cosa que apoyamos y cosa que defendemos.
Esto parece ya un circo, donde los cazadores hacemos de payasos —con todo mi respeto y admiración a dichos profesionales— de quienes se ríen hasta de las sombras de las piedras.
Ahora les toca el turno a los levantinos, quienes sufren desde hace años el acoso de los, a mi entender, mal llamados ecologistas por practicar una actividad cinegética (que no deporte…) como es el Parany. Pero por si no fuera poco, ahora, a pesar de tener el apoyo de los dos partidos políticos más importantes de la Comunidad Valenciana, el Gobierno de España pone en entredicho la legalidad de esta modalidad de caza, creando así un conflicto verdaderamente político, en el que el enfrentamiento lo es entre partidarios políticos del mismo signo, pero quienes lo sufrimos verdaderamente somos los cazadores.
Hace pocos días, se celebraba en Galicia el campeonato de caza de zorros, con intento de boicot por parte de los mencionados ecologistas, sin llegar a contemplar lo dispuesto en Normas, Leyes y Reglamentos que rigen este tipo de actividades, en donde se dicta el derecho a practicar la caza dentro de las mismas normas citadas.
Esto parece ya un circo, donde los cazadores hacemos de payasos —con todo mi respeto y admiración a dichos profesionales— de quienes se ríen hasta de las sombras de las piedras.
Las Leyes están para cumplirlas. Si se decidió declarar legal la caza con reclamo, que dejen de molestar a un colectivo que lo que quiere es poder disfrutar de su PASIÓN de manera tranquila. Si es el Parany, que dejen a los paranyers desarrollar su actividad cinegética.

Foto: Urbi.
Ni la caza del reclamo de perdiz se realiza en época de reproducción y cría de esta ave —cosa que los llamados ecologistas, además de los políticos encargados de regular las normas para la práctica de la caza deberían saber—, ni la caza de parany es abusiva e indiscriminada.
Tampoco es abusivo abatir 94 zorros en una zona en la que la densidad de estos animales es de 2´7 animales por kilómetro cuadrado, cuando los mismos ecologistas afirman que la densidad apropiada es la de 0´7 zorros en esa misma superficie.
Sin querer demostrar ningún signo político —al menos esa es mi intención—, creo que ya está más que olvidada la famosa manifestación del 1º de marzo, en la que, como asistente, experimenté una gran satisfacción al ver a los cazadores unidos por primera vez. La antes ministra Cristina Carbona ya no está en el patio político nacional, pero parece que su sombra sigue presionando a quienes tienen hoy por hoy la responsabilidad de gobernar nuestro Medio Ambiente, atacando —o al menos no defendiendo— la caza de la perdiz con reclamo, el parany y la caza de zorros.
¿Qué vendrá después? ¿Empezarán a acosar a lebreles, conejeros o codorniceros? Puede que empiecen a meterle mano a monteros y rehaleros, aunque éstos aún no lo tienen muy claro con el tema del transporte de los perros…
¿Qué está ocurriendo en España? ¿Debe pagar el Gobierno deudas contraídas en las urnas en pasadas elecciones?
Lo que sí que es cierto es que entrar en un terreno privado sin la autorización necesaria, con el fin de boicotear una jornada de caza —sea o no una competición— es ILEGAL. Asaltar —con premeditación, nocturnidad y alevosía— una granja legal de cría de visones para peletería, es ILEGAL.
No hay mayor ecologista que el que lucha por conseguir y mantener un equilibrio perfecto en el Medio Ambiente
En los dos casos se incumple la Ley, y se sienten orgullosos por hacerlo. Incluso cuentan que dejarán para la posteridad el momento de resistirse a los Agentes de la Autoridad durante su detención acusados de estas ilegalidades.
Y ni tienen en cuenta del desastre ecológico que supone liberar a miles de visones durante la noche, amén de las pérdidas económicas que ello supone.
Y yo vuelvo a preguntarme… ¿Qué está pasando? ¿Por qué los cazadores no estamos unidos —parece que el espíritu del 1º de marzo pierde fuerza— en defensa de nuestros derechos? ¿Qué estamos esperando?
Cuando lleguen a ilegalizar una modalidad de caza, sea cual sea, empezaremos con asombrarnos, maldecir e incluso llorar. Y cuando lo consigan con una, irán a por otra. Si ilegalizan la cetrería, yo tranquilo, pues no soy cetrero. Cuando lo hagan con los galgos, yo tranquilo, pues no soy galguero. Pero… cuando lo hagan con el reclamo de perdiz… ¿quién me va a apoyar, ayudar, dar ánimos y comprender para que yo pueda argumentar la necesidad de defender mi derecho a cazar?
Vamos a ser sensatos. Vamos a unirnos de una vez por todas para conseguir que, al menos, antes de que los responsables tomen decisiones drásticas, pidan ayuda y consejo a los verdaderamente interesados y conocedores de la caza en España.
Hay mucho ecologista en los despachos gubernamentales, y son ellos los que se encargan de asesorar a quienes nos legislan. Unos asesoran sobre la necesidad de mantener una modalidad de caza. En cambio, otros —del mismo signo político— dicen lo contrario. Y, para el colmo de los colmos, debemos seguir al pie de la letra lo que nos dictan desde la Unión Europea, en la que diputados de otros países —incluso sin llegar a haber visto jamás una perdiz— votan la prohibición de la caza en España. Porque así lo dicen quienes los aconsejan. Bueno, pues esto ha de cambiar…
No hay mayor ecologista que el que lucha por conseguir y mantener un equilibrio perfecto en el Medio Ambiente. Y eso no se consigue soltando miles de visones una noche, iniciando así un martirio para las especies autóctonas, así como maltratando los mismos visones liberados, ya que no encontrarán sustento para su propia existencia. Tampoco se consigue dejando que la tasa de zorros, dañinos para la mayoría de especies cinegéticas, así como para la ganadería del lugar, además de ser portadora de enfermedades como la rabia, supere casi un 300 % lo recomendado para el equilibrio ecológico de la zona.
Aquello de hermano lobo, es mejor dejarlo para la historia de San Francisco de Asís. Nosotros tenemos y debemos empezar a escribir nuestra propia historia. Que no nos pase lo de siempre: que nos quedamos de manos cruzadas mientras los demás deciden por nosotros, y después nos quejamos amargamente.

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